La alergia puede ser provocada por varios tipos de alérgenos como el polen, el polvo, el moho, algunos alimentos, los agentes ocupacionales, los ácaros, el veneno de insectos o la caspa de animales. Todos estos alérgenos pueden provocar enfermedades comunes como la rinitis alérgica o la urticaria, que disminuyen notablemente la calidad de vida del paciente y que pueden ser controladas con tratamiento farmacológico.